No lo
sé. Quizá por sus ojos. Esos ojos que me hipnotizan. Tal vez por su sonrisa.
Esa sonrisa que me hace reír pase lo que pase. Por sus pequeñas manías. Esas
que tanto me desquician y que a la vez me gustan tanto de ella.. Sus brazos.
Esos brazos que desearía que me abrazasen a cada hora. A cada minuto. A cada
segundo. Sus obsesiones. Aquellas por las que no vive y tanto coraje me dan. Me
gusta por su seguridad. Esa que me transmite con solo pensarlo. Y por su
inseguridad. La que me asusta y me da escalofríos. Por cómo camina. Por ser
distinta de las demás. Por no dejarse influenciar y ser siempre ella misma.
Porque con su simple hola, hace que se me pongan los pelos de punta y los
nervios me coman viva. Realmente no sé por qué la quiero como lo quiero. Pero
si fuese necesario, se lo gritaría a cada momento del día. Y es que juro que se lo gritaré, hasta que se le meta en esa cabeza. :)